Yarid Galván

FINGÍA MIEDO

Cómo olvidar el día,
que me salvó de aquella tempestad,
es y seguirá siendo una mujer muy especial.

Es aquella que me hizo viajar y recorrer
lo más profundo del mar.

Llegué a la costa,
sola y cansada me encontraba,
alimento y restauró mi alma.

Fingía miedo,
me tomó de la mano,
y de todas aquellas manos la suya era la única que me transmitía tranquilidad. 

Con un abrazo me hizo estallar,
con una salida fue suficiente para conocer la felicidad.