Escritor Compulsivo

Visitando el ático del tiempo.

Limpiando un poco el desorden aquí dentro, encontré unas manos si dedos, unos pies sin zapatos, huellas sin pisadas visibles y un par de besos divulgando amor por los rincones, las pinturas de las paredes están muy viejas y las arañas hicieron de hogar un antiguo retrato de aquella persona que no logró recordar, muevo unas cajas por aquí y los insectos se escabulléndose de mi, abro las cortinas y la luz no quiere pasar, aún sigue aquel libro que nunca leí y el poema que aún no recitó, sigo acumulando sonrisas en un cajón, lágrimas que gotean dolores que no olvido, esa gorra que usaba en verano, esa olvidada pelota que aún rebota y sigue teniendo ese olor campo y a tardes jugando bajo el sol, eh juntado muchísima cosas, pero eh dejado más cosas al olvido que al ático, y así seguiré juntado, guardando y cuidando cada tesoro que encuentre y valga la pena para mí, volveré a subir otro día, en otro lugar y en otro tiempo más cerca de mi muerte.