franklin blanco

Cuando tú te hayas ido

Cuando tú te hayas ido

pondré tu nombre en mis poemas,

cerraré la puerta para siempre

y plantaré un jardín con el recuerdo de tus manos.

Cuando tú te hayas ido

morirá el último pétalo de mis labios,

extrañaré el murmullo de tu voz acariciando mis oídos

y, al final, se marchitará tu risa.

Cuando tú te hayas ido

romperé el velo tibio de la noche,

echaré un vistazo a los caminos

y como un loco que se ha perdido,

marcharé tras de ti para gritar tu nombre.

Cuando tú te hayas ido

esperaré tu regreso, cerraré los ojos en mi cama

y cuando esté profundamente dormido,

soñaré que tú también me amas.

Cuando tú te hayas ido

ya nada será igual, se confundirán las palabras en mi mente

y comprenderé de una vez por todas

que nunca más volveré a tenerte aquí,

porque yo también me habré ido.