Noryley

UN MINUTO

Si pudiera cambiar mil años

por un minuto más a tu lado,

decidiría una vida corta

con tal de besarte, otra vez, la boca.

 

Transcurrirían sesenta segundos,

me sepultaría las penas el mundo,

si de nuevo contigo estuviera

y tu amor en un soplo me dieras.

 

Escúchame esplendor mío,

atiende mis desvaríos.

Siéntate en mi ribera

¡Acá siempre es primavera!

 

Mis poros aún te respiran,

tus ojos aún me cautivan.

No te alejes, de mí, sediento

¡Ven y entreguemos nuestras almas al viento!