oliveira

Carrefour de l'Odéon

Hace una hora que Sabine o Cecile o Emilie
o no sé que, traza cruces, círculos , cuadros
con sus pisadas en la plazuela junto al cine.

/ lanza violentas búsquedas cada dos o tres
minutos eternos y desespera /

/ extrae y coloca dentro del bolso de secretos
el rojito teléfono que permanece indiferente
en su silencio /

/ se come las uñas de los lindos dedos en
porcelana mate /

/ mira el reloj de pulso una vez más /

/ yo la miro a ella desde mi sitio a un lado,
amigo de la estatua /

/ de su cabecita de ángel impuro
penden hilos de miel y trigo que
el viento agita sobre el serio rostro
de gaviota extraviada /

/ bajo el abrigo negro, esbelta, láctea
aguda transpira, se estremece y ansiosa
desafía el viento helado con su espera /

/ es la primera vez que surca el horizonte
del poeta....... quizás más tarde......... /

No. Súbitamente se torna y sonríe,
ha llegado Philippe o Pierre o Laurent
o no sé que demonios, la toma y
la lleva lejos................

Triste, entre su fuego, el cine y mi estatua
yo me quedo...............