Llamarada

¡Nunca entendí su razón!

 

Un trágico anochecer,

una esperanza truncada,

una ira descontrolada

y ella sin aparecer.

¡Nunca llegué a comprender!

Con enorme desazón

mintiéndole al corazón,

olvidé la causa y daño;

aún después del primer año,

¡Nunca entendí su razón!