Tempestad interminable,
caudalosa te desaguas…
incesante…
repetida.
Un diluvio impostergable,
rito atroz,
arremetes con violencia en mi existencia.
Parecía incontenible tu deseo de mojarme.
Nubes negras que atenúan los latidos de esta vida…
toda en sombras.
Lluvia arcana.
Esta tarde recargada de impotencia.
Soledad desesperada.
Los chubascos indolentes de un desplome persistente…
poco a poco se despejan,
desintegran su bravura.
Temporal impredecible,
abundante y habitual como tristeza.
Un feroz agotamiento cunde al alma,
contrariada desespera tu ansiedad en la demora.
Evapora sentimientos como niebla.
Su torrente lleva lejos los recuerdos…
de un pasado turbulento.
Tiritando en los cristales va tu huida.
Carreteras empapadas.
Cada gota escurridiza va muriendo.
Un vaivén incesante se chorréa en la memoria…
cual despecho…
Ahora escampa…
me conformo con la paz de ese gotéo que agoniza.
Ya vendrá un arco iris…
a calmar esta intemperie dolorosa.