sandor

Domingos por la tarde

 

 

Y respiras tu ausencia
en días como hoy
que no se acaban ,
cansado de mover objetos ,
de bajar al trastero
y doblar la nostalgia en busca
de aquello que guardabas
y no encuentras...
de aquella frase , que iniciaba un poema
que nunca terminaste.

Es mejor, que siendo tu conciencia, Carlos...
te diga lo que sabes:
los dos envejecemos demasiado deprisa...
y la memoria a iniciado su marcha sin remedio.

Este domingo, déjame descansar
y quédate a mi lado
sin preguntarnos nada
de aquello que nos pesa
desde esa transparencia oscura
del pasado.