Te traigo a mis insomnios,
puntual en cada madrugada.
Hoy te necesito.
Quédate aquí a mi lado.
No te vayas cuando el sol cubra los estragos.
Tu vida y mi muerte a la mañana continúan.
Tenés que saberlo.
Por cada hora del verdugo de tu olvido muero un poco más en mis desvelos.
No,
no puedo olvidarte si tengo tus besos atando los remiendos de mi piel.
No,
no te puedo dejar ir si tus latidos apagaron a los míos que aún laten en mí.
La noche es la tumba de los viejos tiempos, de los tiempos nuestros.
Sólo te recuerdo para no morir.
Hagamos un pacto de amor.
Yo no me olvido de vos,
Vos no me dejés morir,
aún la vida es bella sin ti.
Qué más decir... te puedes ir.