anfaber

Cuarentena

  Unos extrañan las salidas distractoras,

otros evocan los abrazos cura-miedos,

hay quien se asusta en el encuentro con su sombra

y el desafío de aprender el desapego.

Melancolías de las citas, de los besos,

de los apuros, las corridas , las maniobras ,

¡Las ansias por hallar un tiempo libre,

con la consigna de orientarlo a buenas obras!

Ya no hay secretos, la quietud asusta a todos,

entran a escena los fantasmas del pasado,

se nos presenta aquella deuda con nosotros

y el acreedor se nos ocurre enmarañado.

Estar con uno es la peor estratagema

si pretendemos olvidar lo que nos duele.

En la quietud se enfrenta el miedo con la culpa

conforme a un duelo cuya opción es vida o muerte.

La incertidumbre, única llave de esta puerta

inhabilita a controlar lo que se viene

Es al soltar… Al aceptarnos vulnerables

cuando lo nuevo entra escena y nos sorprende.

 

  Andrea