Noryley

ILUSIONES

Cuando la luna se asoma en la noche despejada

brillan luceros, titilan estrellas, sueñan las enamoradas.

Ellas, desde sus balcones, peinan sus cabelleras largas

imaginando que sus príncipes puedan, pronto, rescatarlas.

 

Tejen trenzas con sus sueños en cada noche iluminada,

bailan rondas en el cielo, aunque no estén acompañadas.

Esas niñas se imaginan, por sus príncipes, amadas

y sonríen, a solas, en la penumbra estrellada.

 

En ocasiones se acongojan al mirar por la ventana,

mientras los barrotes esconden sus olvidadas miradas.

Sus ojos se humedecen con lágrimas marcadas,

impresas de amores nuevos que aún no llegan a encontrarlas.

 

Una de ellas, la más soñadora, a un príncipe ya ama,

lo encontró una tarde cuando esperaba angustiada;

al verlo a los ojos se le iluminó la mirada

y supo, desde aquel día, que ya el amor le llegaba.

 

Mas, hoy, está sola, pues los separa la distancia,

así como aparta el viento a las hojas de sus ramas.

Él partió en un otoño, ella quedó sin palabras

¡La princesa aún lo espera, aún lo quiere, aún lo ama!

 

Noryley Suescun

(Mérida - Venezuela)