VICTOR SANTA ROSA

SILENCIO Y HASTÍO.

SILENCIO Y HASTÍO.

 

Sentí tu voz silente sin eco,

como un grito hecho esbozo,

como cauce de aquel río seco,

que un día corrió impetuoso.

 

Me pareció tu alma sin anhelo,

sin motivo. Cual árbol marchito,

que de pie claudica bajo un cielo,

hecho quimera y cadavérico mito.

 

Sentí tu corazón sin palpitar,

Inerte, silente… Como tu voz,

clamando sin hacerse escuchar,

anegado de una desilusión atroz.

 

No hubo oído que escuchara,

tu incesante clamor sin hablar,

ni alma que piadosa  procurara,

tu agobiante ansiedad mitigar.

 

Más mi ego con suma ternura,

tu clamor rescató del mutismo,

acogió tu dolor… Tu amargura

y tu silencio quedó en espejismo.

 

Tu voz surgió tierna. Imponente,

como río que desborda bravío,

mi alma te acogió tiernamente

y amándote erradicó tu hastío.

 

Y no fue más una sola voz,

ni tampoco un solo silencio,

fueron dos voces, dos silencios.

Una sola alma hecha de dos.

 

Autor: Víctor A. Arana.

(VÍCTOR SANTA ROSA)

Abril 16 del 2020.