Lourdes Aguilar

INDIFERENCIA

¿No escuchas?

Mientras tú, absorto descansas

cómo tañen las campanas lúgubremente

se oyen rezos y llantos cercanos

el arrastrarse de pies y una carroza crujir

en postrer despedida al amor que se fue

¿No sientes?

Mi mano apoyada en mi pecho doliente

cómo rechinan las ruedas por el peso del muerto

el vendaval ha arreciado deshojando las ramas

los pájaros callan mirando tiritar a los deudos

que enfundados en gruesos abrigos

añoran el calor que ya se extinguió

¿No te fijas?

Mi vista clavada en el glaciar de tu espalda

cómo avanza penoso ese ataúd de caoba

cargando también el cielo que cae cual plomo

hasta el derruido muro que bordea la entrada

y una cruz en lo alto les indica el destino

¿No te extraña?

Tu rostro plácido y sonriente contrasta

con las demacradas facciones al pie de la fosa

ofreciendo flores con cada palada de tierra

son burdas réplicas del ya fallecido

¿No sueñas?

Tu mente gozosa en no sé qué dimensión

Un largo gemido proveniente de la fosa sellada

donde un ánima en pena se agita violento

negándose a ser sólo un postrero recuerdo