Raul Gonzaga

Mucho daña tanta envidia


Un Caín adolorido
Matando al noble Abel,
Es sangre fratricida
Por envidia del poder;

Sobre pétalos de rosa
Quedó aquella yerta piel
Su alba alma inocente
Se hizo una con su ser;

Al borronear cuartillas
Para escribir sobre aquel
Gran ejemplo de pastores
Cuán lo quiero enaltecer;

Entre incógnitos pesares
Quisiera apuntar que fue él
El primer justo caído
Por un torpe proceder;

Melancólico momento
Ver marchito ese clavel
Por envida al gran cariño
Del Dador de tanto Bien…