Escritor Compulsivo

Adiós.

Ya se va la vida y la veo marchar

Va renga de un pie y cubierta de harapos viejos, con tierra entre sus uñas, con zapatos gastados y heridas muy profundas

Cicatrices de su infancia y marcas de la adolescencia, arrugada por las vejes de los años.

Pero mírala marchar, aún se mantiene en pie sabiendo que esta en el principio de otras aventuras, son muchas las vidas que marchan con distintas pisadas y hacia otros destinos, aún por conocer.