Rebeca Espinosa

LA VOZ DE MI SILENCIO

Ahora no vivo la vida, solo la veo pasear a mi alrededor.

Mirándome desafiante, ante tanta soledad, en la que me refugio

y no por mi voluntad, al contemplar tanta maldad.

Y no poder hacer nada, para ayudar a la humanidad

que sin ayuda de nadie, se quieren acabar.

Aquí donde estoy me hacen falta las flores

que se marchitan sin mi amor y mi calor,

el sol que hasta mi alma calentaba con su calor

Ver las mariposas posando de flor en flor

La tristeza no llega aun, porque un espíritu renovado llegó

Lo único que necesita mi corazón ha sido mi amado Dios

Me despoje de todo lo necesario, que la vida me brindo 

y encontré que lo único mío, es mi razón y mi ser

porque ese ser, ama a Dios.