rafaidrovofoto

BrotarĂ¡n

Un garfio atraviesa mi garganta,

lo siento... ¡Cómo lo siento!

Célula a célula, átomo a átomo ¡desgarrándome! como el arriero deja su marca en la tierra,

empeñoso y laborioso, pero necesario.



Cada instante aquel ensordecedor y tortuoso silencio lo empuja,

dibujando altibajos claroscuros, amargos y dulces; y,

con cada bulla entra más,

marca más y

más.

Las lacras serán eternas pero sé que sufriré aún más

el día que se

detenga

 

y mi deseo de que vuelva imperará en mi cabeza, como una necedad
¡Porque lo es!

¿Por qué lo es?

Las lágrimas brotarán y con el tiempo decidirán si ser miel o hiel

mientras continúa

continúa

con este pobre ser que no sabría si caminar o volar, que se rompe la

cabeza por aprender a susurrar.