Lucas de Almeida

Silencio y Soledad

Oh maldito silencio Ah temida soledad;

Os aborrezco en este momento cruel,

En qué serenados los sones de la fiesta,

Me obligáis a enfrentarme con mi mente.

 

Que ganan malditos, atormentándome así,

Que ganan recordándome su llanto,

Sus palabras e inmerecido suplicio;

Acaso se nutren de mi tormento.

 

Ojalá volviera la música con sus sones,

La gente y la algarabía eterna de la alegría,

Para por un rato no pensar más.

 

Oh silencio, ah soledad esperen no se vayan,

Que acaso en el martirio de pensar,

Encuentre la calma, que sus palabras no dan.