Misael Gaston

Nuestra carga

Así comenzaré estas pocas líneas,

semillas que las aves consumieron,

palabras que el delirio tormentoso,

culpó desmereciendo todo intento,

fracaso irremediable de las horas,

que fueron para no volver a serlo,

condena del olvido inenarrable,

macabra austeridad del tiempo.

Fue tan solo un firme pacto de silencio,

regido naturalmente y sin acuerdo,

una  mutua comprensión de nuestras cargas,

un peso alimentado de recuerdos...