Yasmelyn Marine

El desahogo de una indeseable (TID)

 

La oscuridad me abraza

intentándome dar la calidez

que el sol nunca me dio.

 

La soledad me acompaña

buscando llenar el vacío

que la compañía me dejó.

 

Debajo de la máscara

no hay ningún rostro,

solo soy un ente

perdido en el abismo.

 

Un psiquiatra y un demente conversaban,

pero ante los demás

solo era un tipo raro

hablando consigo mismo.

 

¡Soy dios y soy diablo!

Yo misma me creé

y por existir

me he condenado detrás del muro.

 

¡No hagan caso a la silueta de mi sombra

que aparece en aquel claro-oscuro!

 

¿Una rosa sin espinas sería perfecta?

¿O imperfecta por no tener espinas de rosa?

¿Las espinas la complementan

o solo es algo que ni siquiera importa?

 

¿Qué formo al todo

pero que sin el todo no soy nada?

¡Qué irónica es la vida,

en la vida que por mí ha sido creada!

 

¿Se puede morir cuando nunca has vivido?

¿Dejar de existir si nunca has existido?

 

En mi tumba nadie lamentará mi muerte,

nadie recordará

a este ser inexistente.

 

De Beethoven soy aquella décima sinfonía

tocada por los gusanos

que su cuerpo carcomían.

 

Soy el chico solitario

que camina por las vías

y cuando vuelves y miras…

Ya no está.

 

No tengo rastro,

camino sin dejar huellas,

soy el líquido que contiene

aquella vacía botella.

 

¡No soy yo…

Solo soy ella!

Ella soy yo

y ella es ella.