Sandra Ibañez

Amor de cuarentena

Algo increíble ha sucedido,

Todos a la expectativa sin saber que sucederá.

Todos volvimos al centro de todo, a casa.
Nuestro lugar, dónde todo inició.
Dónde dimos nuestros primeros pasos en este hermoso planeta, donde recibimos las bases de todo, la esencia de quienes somos. Buenos y difíciles momento, pero aquí estamos y nos formaron...


A veces en la cotidianidad de la vida pasamos por alto lo importante que es.

Por ir tras \"X\" o \"Y\" objetivo, olvidamos nuestra meta, nuestro sueño y dejamos que la rutina, las circunstancias de la vida nos envuelvan y trabajamos porque nos toca, debemos cubrir nuestras necesidades o sostener a nuestras familias y creemos que tal vez no nacimos para ser felices, libre e incluso par hacer lo que amamos y optamos por hacer lo que nos tocó.
Eso es muy triste, es como enjaular un águila, que nació para estar en las alturas.
Con el paso del tiempo olvidamos nuestros sueños y, en mucha ocasiones los pasamos por alto; ellos son nuestro motor.
La razón por la cuál nos ponemos en pie cada día.

A veces sólo necesitamos que nuestro mundo sea sacudido como en este tiempo que vivimos para mirar que hemos hecho.

Y bueno...


Volvimos a casa y ordenando nuestra habitación, recordamos y encontramos esos viejos trofeos, esas pequeñas menciones de honor del colegio y con una sonrisa recordamos e incluso la primera persona que nos movió el piso cuando éramos niños jajaja.
Vamos al album fotográfico y vemos lo especial que somos para nuestros padre que enmarcaron cada momento mes a mes tomaban fotos o que conservan nuestro ombligo e incluso el primer mechón de cabello que nos cortaron, y nuestra foto desnudos en la bañera, no puede faltar.
Nuestro primero vestido, los zapatitos que usamos por primera ves y es ahí cuando sabes que somos y hemos sido tan amados.

Reconocemos el amor e ilusión de una joven mujer que nos dio todo, nueve meses en su vientre, sacrificó su figura, que con dolor nos dio a luz y fue consolada cuando nos recibió en sus brazos y escucho nuestro primer chillido, oh eso es maravilloso


Guau, se merecen esta vida y la otra.


Llegó el momento de re encontrarnos con nosotros, de volver a creer, a soñar. Ya que hay alguien maravilloso, sublime e incomparable que sigue creyendo en nosotros, que sigue creyendo en ti; Que recuerda cuando te formó en vientre de tu madre y te hizo perfecto, eres su sueño más preciado, su tesoro y te tiene guardado en sus manos.

Si, la vida trata de decirte lo contrario, pero la verdad es que Dios, ¡Si, Dios, Dios te ama y nunca te ha dejado y creerme nunca lo hará!

Cuando volvemos a él, todo cambia, inténtalo DATE la oportunidad de un nuevo comienzo, donde camines, corras y vueles; donde alcances todo lo que alguna ves fue tu sueño, hoy puede ser realidad.
Dios primero que todo. Si, darle ese primero lugar en tu vida, permite le que obre en tu corazón y te de vida una vez más, que haga todo nuevo, que despierte tu espíritu y lo conecte con el de Él.


Así volverás al centro de todo, al amor, al hogar, a ti, a Dios.


Y mañana domingo 10 de mayo, es el día de las madres y quiero honrar a mi madre. Sólo reconociendo su amor y correspondiendo le de de la manera puedo hacerlo. Expresarle lo importante que es para mí, lo mucho que la amo y la admiro, y agradezco todo lo que invirtió en mí, gracias a ella soy quien soy ahora.

Bueno, esta cuarentena la he vivido lejos de casa y sólita pero bueno; no del todo, ya que Dios está conmigo y ha sido mi compañía en este tiempo.

Ha sido maravilloso recordar, volver a soñar, me ha tocado difícil, debo ir hasta casa en mi mente y buscar ese libro de poemas que he escrito, las cartas que escribí a mi madre, las cartas enviadas a mi novio por correspondencia de infancia y a mi primer mejor amiga.


¡Que dicha recordar cuando monté a caballo por primera vez¡ y fue con mi padre.


Cuando por primera ves sentí la presencia de Dios en mí, su amor.
¡Su gran amor!


Ello es lo que somos y es hermoso.


Que bendición hemos vivido, vivimos y viviremos...
Hagamos que esta ves; sea memorable.


Somos... el amor de cuarentena.

 

 

Con cariño

 

 

Sami