alicia perez hernandez

RESCOLDOS DE RECUERDOS...

RESCOLDOS DE RECUERDOS...

Miedos sin límite entre las sombras
ocultos los caminos de tus ojos y los míos
y la prisa incluso de ocultarnos
del insano deseo
de poseerte y hacerte mío.
El camino... Se hace pesado sin ti
y abruma tener miedos de noche
y tener que cavar mi propia tumba
y llorar mi propio duelo en un amanecer
sin ti y sin tu amor todos los días que te amé  
oculto en los rescoldos del recuerdo.
Desde esa noche estrellada y tú...
deseaba dar paso a lo obsoleto
qué se oculta en el camino de tu vida
donde la caricia mueré detrás de ti.
Donde se ve en los labios que quiero besar
y están vacíos de amor y falta un beso tuyo.
Quiero morir a la orilla del camino
y dejar ir lo qué nunca fue mío, ni tuyo.
Hay un vacío abrumador en tú alma hereje que
oculta los límites para que nadie pueda amarte. 
Desde el día que se perdió aquel amor tuyo
en las sombras de tu misma vida, sin mí. 
Oculto en la cavidad de los secretos de tus ojos
profundos qué lo dicen todo y no dicen nada.
Está oculta la luz de la esperanza de tenerte 
para enfrentar el miedo de contar tus secretos
y dejarte ir y no sentir culpa qué se sepa todo
en tu mundo perdido, sin ti y sin mí y nos iremos
para no herir susceptibilidades, antes que a ti 
el que menos ama y llora y te otorga el perdón
para que luchar si ya nada conservo de ti.
la calma y la paz interior con la vida se perdió
del día cruel de tu olvido y de tu efímero amor.
Más la esperanza la conservo para verte llorar 
todas las noches que te acuerdes de mí con miedo.
te rodea la verdad y la sentencia del miedo.
Busca dentro de tu alma para saber si estas bien.
la paz que llega del cielo no es para ti por tu pecado.
no te duele abandonarme pagaras por eso 
no por ahora, porque la vida sola se cobra lo que dio.
cada mentira y engaño te reclamara a la hora de tu muerte. 
Estamos entre besos y pasión para terminar en un cuento feliz
amándonos sin historia y sin pasado, solo por amor.
y el príncipe y la princesa agonizaron por amor
en un castillo de naipes.

Alicia Pérez Hernández… México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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