Freddy Kalvo

Florentín

Yo quiero ser sintiendo el que recuerda

la fecha que llegó tu fatal muerte,

huella que la conciencia me remuerda

 

evocar el malogro de tu suerte

que manos homicidas te abatieron,

no importando que íbamos a perderte;

 

y que justicia siempre merecieron

por infame dolor ocasionado,

a sus hijos que angustia padecieron

 

que el paso de los años no ha logrado

que te olviden un tan solo momento,

porque el corazón triste, destrozado,

 

lleno estaba de tierno sentimiento

ese que tú de niño lo heredaste,

con el amor, cariño y muy contento;

 

y los lindos recuerdos que dejaste

perdurarán por siempre en tu rebaño,

con dulce corazón que siempre amaste.

 

Han transcurrido ya los cuarenta años,

desde el día que tu alma voló al cielo,

sentimientos confusos, muy extraños

 

en los pasos andados con el duelo,

persistiendo constante con la vida

porque el crimen truncó tenaz anhelo,

 

a cambio del dolor que aún se anida

en tristes corazones que se acuerdan,

y los recuerdos sangran más la herida

 

que nada forzará ya, que se pierdan;

porque tú vivirás muy duradero

en memoria de quienes hoy recuerdan,

 

tu corazón sincero y verdadero,

tu sonrisa agradable muy serena

de tu cariño afable y muy sincero,

 

y el lunar en tu cara bien morena

de tus ojos color amarillentos,

con sonriente y alegre vida plena

bien cargada de amor y sentimientos