Confundir una canción con poesía nunca fue más inoportuno, tener visiones sobre el futuro cada mañana, en el desayuno, ha sido una tortura constante.
Intuición y premonición parecen ser algo parecido pero, antes del atardecer un ser oscuro parece aprisionar cada posibilidad de olvido, para hacer parecer que la escritura es el mejor alivio.
A media tarde las alegrías son austeras, tenues y pasajeras, ¿Habría de merecer algo más un niño protegido? No lo sé, quizás un toque de inspiración y una pizca de alivio.
Es media noche, el cuerpo se paraliza y para mente aún sigue despierta. Dormir sería un consuelo, la palabras huelen a sementerío, en la imaginación abundan huesos de muerto.
¡Para qué esperar una explicación, no existen los merecimientos que otorguen un poco de alivio! Dificultad al respirar, si no estas tú, el delirio es camino alternativo a la tranquilidad.
¡Es una rara confusión, es ineptitud! Siempre fui incompetente ante la tregua ofrecida por la justicia exigida, por ser un deudor, sé que el sudor no será pasajero, la arena del desierto podría ser mi salvación.
¡No fui capaz de trasmitir una mínima intención, quise ser alternativo, para que entonces, el exceso de confianza causará un tropiezo incorregible ante ésta ineptitud!
Para el cobarde, no existe alivio, sólo un irremediablemente crudo castigo. Es necesario agradecer un poco el tormento, parece una cura, un anestésico alternativo.