Sebafel

Otro sueño

Oh qué belleza guardas, mujer, en tu corazón
inmaculado y puro,
Oh cuanto amor hay en esas cordilleras
que fluyen por el cielo de tu infinito pecho.

En ti rozó mi corazón las nubes
de un idílico mundo de caricias y amores,
languideció mi orgullo, y gocé de tu paz
en el remanso azul de tu suave regazo.

Por un instante fui el hombre más feliz,
el más dichoso y triste, el más candente y frío,
el más enamorado de cuantos en el mundo han sido
hasta que el gélido poder del tiempo,

pudo más que la albura angelical de tu mirada.
pulverizando y reduciendo a un sueño
a mi propio sueño,
lo que en el fondo había sido siempre mi sueño,
una fantasía más de corazón ciego.
que te ama aunque estés muy lejos en otro sueño.