Alejandro

Que sea

Sea que la brisa roce la cara

o el viento ausente no se acuerde de mi,

mi velero avanze

a su ritmo,

con sus penas,

con su tardanza.


Sea que la música venga

o el silencio se apodere de mis manos,

desenvaine mi guitarra

-compañera de vida-

y me defienda de las cicatrices.


Sea que mis letras sean mudas

o sordas y pecadoras,

lleguen a las manos

de quien

no trate de entender

lo que estoy buscando.


Sea la noche

cuando no quiera el día,

sea uno a uno cada minuto,

cada calada,

cada suspiro.


Que la mancha de mis huellas

no sea imborrable,

y que aquel beso

no sea irrepetible.


Sea que dejemos de ser hombres

para ser más humanos

y no lavarnos las manos

con la sangre de quien nada ve.