Pat Pallé

Corazón enamorado

¡Qué bonitas eran tus manos

mezcladas con la nieve!

Blanco sobre blanco,

azúcar dulce en tu frente.

Y tu voz entre

resoplidos áuricos,

que resonaba 

como tierna canción

en mi mente.

Qué bonita toda tú

hermosa flor,

que me quisiste como nadie

y me aceptaste tal cual soy.

¡Qué rosas

pudieran posarse

en tus mejillas 

de almíbar!

¡Qué oro fino

qué cristalinos zafiros!

Porque eres paz

sobre martirio

y calor sobre el más puro hielo;

porque eres mía mi amor

y me pierdo en tus desvelos.

 

DERECHOS DE AUTOR PATRICIA PALLE

LIBRO VI