José Miguel Núñez

PEQUEÑOS MONSTRUOS

Las campanas que repican,
el amanecer me atormenta,
dos cuerpos sobre la acera,
mi rostro que me observa,
corazones podridos en medio de la calle,
voces siniestras capaces de escribir,
pequeños monstruos guían
el desfile.

Somos una procesión de cadáveres,
antes de la pandemia ya estábamos enfermos,
antes de la enfermedad ya estábamos muertos,
antes de la muerte ya no éramos humanos,
somos una procesión de cadáveres,
monstruos guian nuestros pasos.

Agua bendita llueve a raudales,
en azufre la convierte nuestro cuerpo,
hemos renunciando a los demás,
entonces también renunciamos a nosotros mismos;
tres cuerpos sobre la acera,
mi rostro que me mira.

Las palabras que se enfrentan,
desfiles de cuerpos sobre el papel,
murió la verdad y nació el yo, el yo sin verdad es una barca siniestra sin destino, un barco fantasma sobre las ideas.

Monstruos guian nuestros pasos, antes de la pandemia ya eran monstruos, la pandemia no vino de fuera, estaba dentro , siempre el mal ha estado dentro, voz macabra del yo que mató la verdad; el mal nunca viene de fuera, siempre está dentro.

Maestro ellos comen sin lavarse las manos,
maestro dos oraciones limpian la acera, maestro , maestro, maestro.

Monstruos guian nuestros pasos, nosotros los elegimos, son nuestro yo multiplicado, virus propagado ocupando funciones públicas,
la obra devora a su creador, el hijo devora a saturno.

Cuatro cuerpos sobre la acera, mi rostro que me mira y la sombra del monstruo que me guía.

El dolor ha marcado las casas, la historia es distinta, los monstruos guian nuestros pasos, pero temen a nuestra voz, Saturno puede devorar a su hijo, ¡vamos Saturno devora a tus hijos!. Cien cuerpos sobre la acera, mi rostro que me mira, Saturno limpia sus manos, pero el mal viene de ahí dentro, los monstruos han muerto, pero nosotros existimos y necesitamos que guien nuestros pasos.