Anton C. Faya

JUEGOS...

 

JUEGOS...

 

Siendo jóvenes

jugábamos al “Tiburón”:

Cuando llegaba a su casa,

ella, emulando al predador del mar,

iba a mi encuentro

y de un salto,

quedaba pegada a mi,

¡Mi tiburón!... le decía....

 

Fuimos familia,

ella ya no salta como antes,

ni yo puedo sostenerla.

Y tuvimos tormentas

con música de ultimo abismo.

 

Yo no se que pócima marina

trajo nuestro Tiburón

para calmar tormentas

y que este amor

tenga hoy aspiraciones de eternidad..

 

A.C.F – ABRIL 2020

ARGENTINA