Kinmaya

Ayer...nunca mas.

Ayer quise que todo lo vivido desapareciera, me quitaste el sol, la luz, el aire, y como si fuera poco, me quitaste las horas, sí, ayer quise que el día desapareciera solo por ti. 

 Ayer me quitaste las ganas de ti, quise que todo desapareciera, tu tormento pinto el sol del color más oscuro que pudiste encontrar, ciego me dejaste, todo cambió, la tristeza se irguió sobre mi alma.

 Ayer, como tantos ayer, fue imposible tomar algo de ti, pues me envolviste en tu peor pesadilla y te llevaste mis últimos sueños posibles, todo lo convertiste en gris, y tus pasos eran densos como niebla nocturna

 Ayer, quise que no existiera nada relacionado a ti, que el día desapareciera solo con cerrar los ojos, quise volar lejos a un mundo cualquiera, lo que dueles me alcanzó, nunca podrás imaginar cuánto.

 Ayer por un instante, quise que lo supieras, en días como el de ayer mis sentimientos vuelas en mil pedazos, en todas las direcciones, luego mi alma pena cansada y agotada, lo que queda se desintegra en tu incomprensión y egoísmo.

 Ayer quise tantas veces desaparecer de tu vista, mis ojos lloraban dentro para que tú no vieras nada, terminé ahogándome en mis propias lágrimas, así, morí un poco más, quise arrancarte de mis pensamientos, pero de nada te diste cuenta.

 Ayer quise que todo desapareciera por ti, sí, pero tú nunca, nunca lo sabrás, nada te dolería más. A pesar de todo, deseo que los ángeles que habiten este mundo, te ayuden, porque yo nunca podré, eso sí, no quisiera nunca más vivir un día como el de ayer, para que luego, todo tenga que desaparecer por ti.