¿A dónde mi ataraxia? La existencia pura de mi regocijo, que se desvaneció en tus ojos y creció en mis desvaríos.
Anhelos no hay en espera, no al menos que te correspondan, más a la vista de tu estela, sólo tus labios besar quisiera.
A espaldas lo sabido, tal podría ser un secreto, si me tuvieses a tu lado, sería yo tu prisionero.
Dicha enaltecida me provoca el largo tiempo, el que es para escucharte y el que dedico a tus recuerdos.
No hablemos de mis sueños que me tienes más perdido, ya mi mente viaja lejos sin siquiera estar dormido.
Imagina mil colores que se expanden e iluminan, con olores a las flores de pasiones que me habitan.
Pienso en cientos de palabras que no broten como encantos, pero basta tu mirada para pensarme cada paso.
Eres detonante de una grata adrenalina, aventura con recién preludio escrito.
Eres, bella, tú ahora, quien de mí trace el destino