Escritor con vista triste

Caballero

UNA NOCHE DE SUEÑOS Y POESIA

Allí donde el valor se forja con una espada y una armadura para sobrevivir en la batalla; buscando la victoria y darle el beso de buenas noches al hijo que espera su llegar y a la esposa que impaciente se sienta frente al fogón después de hacer la cena y a media noche no puede evitar llorar por no saber del paradero de aquel caballero que cambio sus noches de invierno. Entre esos miles de cosas crecí yo, un simple muchacho que quiso seguir el legado de su familia, dar la vida por su reino si fuese necesario y llevar en sus manos la espada que representa su casa. Desde muy joven aprendí a empuñar un arma, montar a caballo y con el tiempo ir perfeccionando mis técnicas de combate, aprendí canciones de generaciones pasadas, afilando mi espada las cantaba entre murmullos al lado de una fogata, marcando una frase en mi escudo por si muero en la batalla: “Soy el escudo que protege al reino, soy la espada que defiende al débil, soy caballero y mi juramento lo llevare hasta mi último momento.”

Sin temor a morir, perdiendo las esperanzas de que las puertas de algún cielo se abriesen para mí, sin una esposa que esperase mi llegar, con un padre que murió a mi corta edad y mi madre…

 El tiempo la trato muy bien y cuando llego el momento; la muerte, su vieja amiga la acobijo y la cargo en sus brazos y la llevo a donde los sueños se hacen realidad, donde volvió a ser feliz en los brazos de su viejo amor.