emiliodom

ENCUENTRO

    Nos conocimos en primavera, lo recuerdo muy bien. Era una de esas tardes, de sol templado y fino... Intimamos sin gran esfuerzo, con sensatez y mucha sinceridad por ambas partes, desde ese preciso momento, fuiste para mi, como una enredadera... Me diste, el rosado de tus mejillas, y yo te ofrecí,la  sal de mi salina. Navegamos juntos sin bandera, por el mar de la dicha y la espina. Y siguiendo por nuestro camino, decidimos no hacer caso alguno, a los comentarios salidos de la boca torpe de la gente, convirtiéndonos en amor de un solo puente.