Eduh Siqueiros

En el centro de tu alma

Mariposita, ¿por qué siendo volátil,
te aprisionas en la compañía
de la soledad?, mariposa sin igual,
tienes libertad, eres en efecto ligera
y al mismo tiempo eres deleznable;
la exaltación de tu alma no está
en el frenesí por entidades de fuego,
está en tu alma que es incinerada
en la ansiedad de ser habitada,
ímpetu que inherentemente es de tu origen,
no es bajo tu saya donde se halla
tu valía, es en el centro de tu alma.

El amor es en demasía espiritual,
que se puede amar
aun cuando esté ausente
el ser que se ama, se le ama
en la distancia de ese modo que insospechablemente
acerca a las dos almas.

Fueron tus retóricas que nacieron
en los trances las que tétricamente
conforman un himno de hermosura,
en el que los reveses de la añoranza
se trasforman en progresos
de eternidades en la esperanza.

En tu tálamo déjame recostarme
desde el alba hasta el ocaso... que presiento
que en tus sueños forjo sabrosuras
a partir de tu arte en el valle de mi soledad.

Tú y tu filosofía son tan atrevidas,
y tu espiritualidad además...
en vez de hacerme mal
percibo que me hace tanto bien.

Etérea eres, porque con destreza
te introduces ávidamente en cada alma
que afana y espera con mansedumbre
hallar en tus cánticos el sosiego...