Pedro Antonio Borges Rodríguez

Y sin embargo soy Dios

Yo soy nadie

Nadie en el horizonte

Nadie en mi casa ni en mi nación

Nadie y sin voz, en un mundo de voces

Nadie en la elocuencia diaria

Nadie en el vasto universo

Y sin embargo soy Dios

Dios deshecho en mil pedazos, pero Dios

Dios que suena cómo música celestial en el ambiente

Y siente el cosmos en su interior

Dios de nadie, sino de si