M.G.Ratia

INSTRUCCIONES PARA UNA ÚLTIMA NOCHE

Tu me dices que te cante

y yo te canto,

en la noche de tul negro

y tempestad,

en la noche que la lluvia

se hace llanto,

y su manto cubre el cuerpo

de humedad.

 

Titilan las hojas

del árbol que reclama

mi cuerpo desnudo,

para la tarea fácil

del pasar de los años.

 

Me aferro a sus ramas

como amantes

que buscan la libertad,

en un mágico abrazo

mas allá de lo inerte.

 

Tu me dices que te hable

y yo te hablo,

y te cuento que ya no

te puedo hablar,

la palabra se ha convertido

en legado,

y la estancia se llenó

de soledad.

 

Y el frio, inclemente,

que ya no duele,

juega en la sien de mi tiempo,

urdiendo un castigo

que nunca llega.

 

Lo llamo a susurros

y viene a mí, azul,

para juntos formar

el verso de un poema

que inunde la tierra.