Ingrid Zetterberg B.

SE DETUVO LA OVACIÓN

SE DETUVO LA OVACIÓN

 

Se apagó la voz

de aquel que pregonaba

el amor.

Y cual un lienzo oscuro

ha caído el telón.

No han vuelto sus pasos

sobre la senda de la vida,

y una guitarra en la noche

desgarró sus cuerdas

cual lágrimas infinitas.

Se silenció la voz

de aquel que llevaba alegría

con sus florituras

a las almas heridas.

Y se detuvo la ovación.

 

Las butacas quedaron vacías;

ya no alumbra el cantor

a las multitudes que atraía.

Otras voces vendrán,

otras melodías.

Pero ninguna será

como aquella voz

que mantuvo por décadas

mi alma encendida.

 

Ingrid Zetterberg

 

Dedicado a mi amado

Camilo Sesto

 

De mi poemario

\"Joyas de mi alma\"

 

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