Kinmaya

Corazones Enamorados

Los segundos caen desde el tiempo,

sin detenerse ninguno,

dos miradas en un poema que aún no existe,

 lento como letargo infinito.

 

Una ilusión con forma de rosa,

 comienza a palpitar entre aquellos cuerpos,

 con gran suavidad, él la sostiene,

 para que no desaparezca,

y la deja caer sobre el corazón de su amada.

 

El vuelo de una sigilosa mariposa,

 con la forma de un beso,

se posa sobre la rosa,

mientras un juglar de encantadoras musas,

 fantasean con sus almas.

 

Todo es breve y suave,

 el latir de sus caricias,

el vuelo de un silencio,

  las gotas de rocío que caen,

 mientras el tiempo solo espera.

 

Con la solemnidad intima de un romance,

 el mundo de los cantos bellos,

 pronuncia su mágica palabra,

y da por sellado aquel pacto de amor que nace.

 

Mi amor, yo… ¡TE AMO!

mientras la ilusión de aquella rosa,

 se desvanece en el tiempo,

 llevándose con ella... aquellos corazones enamorados.