ildo

Aferrado a la vida por un tulipan de ancla.

 

Quien diría que me atraparía el alma en tu cabello

Pequeño capullo de esperanza,

Bocado de luz, inocente, frágil

Fuerte como  el abrazo de una madre

Débil como la brisa de Girardot.

 

Fue tu calor que me despertó a la vida

Como la música del mejor compositor,

Anclándome, como se sujetan los barcos en los muelles

Para que no los arrastre el mar, nunca más.

 

Me dejaste tus  marcas en mis muñecas,

Lamiéndome mis cicatrices, feliz de no haber muerto

Feliz de no precipitarme entre esas frías rocas

Donde las hojas del mangle se estrellaban por la tempestad.

 

¡Si tan solo te hubiera conocido antes!

y al calor de tu mano de tulipán en mi pecho

apoyada para devolverme en tu soplo el aliento

y aferrarme como los barcos en los muelles

Para que el mar no me arrastre,

Nunca mas.