Sui generis16

Le siento como usted pretende.

Su alma altero mi ser; vibraron mis sentidos, el cuerpo en su efecto me comenzo a tiritar y como si estuviera escrito, el suyo coincidio con el mio.
La noche oscura me complació, ahora, ya no la veo igual, pues la luminosidad de sus ojos aparecieron como estrellas, esas que a mi noche oscura siempre le faltaron.
Su cuerpo me transmitía lo que ya había hecho su alma, y ahora yo podía devolverle aquellos sucesos que ante mi realidad, se distorsionan, como si en serio se tratase de aquel libro de amor que usted y yo sabemos, con la excepción de que mi muerte fue realizada ese instante en el que de usted recibí el abrazo más sentido, el beso más marcado y la mirada más profunda.