ledjoaquin

Soledad

Heme aquí, navegando
por el espacio sideral,
una vez más engañado en mi sueño,
ilusión quizás!
ni recuerdo cual sería
el final de mis días.
Supe siempre que la eternidad
sería solo pensar,
no vislumbro nada,
no hay lejos, no hay cerca,
ni el cielo negro del último libro,
ni el ragnarok.
No se bien ni quién fuí,
si las mentiras juradas en
algún pasaje de amor se cumplió;
quizá soy un delirio ebrio,
o un pensamiento ajeno,
o hechizo malsano de alguna
         corte india.
Quizás el choque entre galaxias,
o la cúspide entrópica.
O el samsara limpiando
cada infinitesimal parte
del pensamiento
a un tiempo torturante
¡Ha de ser la libertad siempre soñada!
¡El escape al dolor y hambre!
O una inédita minificción
escrita por Pu Su Ling.
Quién sabe que pecados
no pudieron ser expiados,
¡qué apocalipsis gnóstico
habrá lanzado mi alma al vacío!
¿Qué espectro alígero ha de guiarme?
¿Cuál amor estará
pensándome ahora?
¡Si de verdadero tuvo algo!
A qué isla desolada me
habrá traído caronte!
¡Ay de mi ser sitibundo!
que ni las aguas del Hades
a mis recónditas memorias
pudieron vencer!
¿Dónde he de buscar
las sagradas puertas
o las frías verjas de Cerbero?
¡Dime! Espíritu, fantasma,
o regente de éste tiempo!
¡Dime! ¿qué es este universo falaz?
¡Si eres Karma a mi corazón inulto!
¿Dónde hallo a mi amada?
¡Dime si es ésta la muerte
que a mi vida tanto privó!.
Sé que no hablo, ni escuchas,
ni entiendes, ni existes quizás!
Sé que es ésto y nada más...
Y aquí ya, resignado un poco,
sé que no es el reino abisal,
ni un paraíso peculiar,
sé que mis lágrimas
no importan ahora,
que nunca veré a nadie más!
     que lo único hermoso
               fue haber vivido...
Y aunque no te recuerde bien
por este trance onírico,
no podría olvidarte nunca.
¡Te me pareces a ésta soledad!