Humberto Peralta

PADRE

PADRE
Hoy qué las circunstancias nos reunen de nuevo quiero hacerte saber qué siento un gran orgullo de saberme un hijo tuyo. Y también que sentí un gran temor de que mi Dios qué es tan grande y qué todo el poder es suyo reclamase tú presencia y perdiera la dicha de disfrutar de esa chispa, de ese humor que es tan tuyo.

Hoy compruebo también, qué la fé de saber qué mi Dios ese qué tú y mi madre inculcaron es quién nunca nos deja de su mano. Y reconzco qué me equivoqué, porque soy humano. Ya qué hoy después de ver cómo tú te encuentras, ante el me arrodillo y le doy gracias elevando al cielo mis ojos y mis manos.

El agradecerle a Dios no es todo lo que anhelo, también a tí padre por ser tan perseverante y por seguirme enseñando qué no hay mal qué derrumbe, cuando se tiene la confianza y la fé por seguir adelante, por seguir caminando, cuando uno sucumbe.

Ahora después de saberte un luchador incansable, recuerdo ese dicho tan certero, de qué no hay mal que dure 100 años. Pero tampoco hay quién los aguante. Tú apá, has vencido un mal qué no te aquejará más, no sé si viviras 100 años, pero lo qué si sé es qué eres hombre de gran talante. Y cómo tal, así erguido; dejas esta etapa atrás, y con humildad y agradecido siempre con Dios. Tú, apá, nuestro héroe, y nuestro guía; contento y orgulloso echas siempre pa’ delante.

Qué dicha sentir qué me refiero a tí, sabiendome fruto de ese árbol. Casi por nada esa canción cimbra las fibras de mi cuerpo. Y está cabrón porque siente uno el orgullo, pero también el miedo de saber qué un día no estarás. Por eso y por lo mucho qué te quiero, qué los quiero, no quiero dejar pasar la oportunidad de hacete saber junto a mí madre lo orgulloso y creo qué mis hermanos están de acuerdo conmigo de qué Dios me dió, nos dió. El mejor padre y madre, así, como complementos. Gracias por seguirme enseñando a ser hijo, aunque a veces uno se comporta como hijo de la chingada, creo que esas lecciones nos haran aprender a ser padres.
Solo me queda desearte una recuperación llena de salud tanto física, cómo también del Alma y qué Dios te siga llenando de bendiciones junto a mi madre.

Te quiero mucho apá!!!