Maicaa

Otoño roto.

Corazones rotos viajan por la avenida,
chistando por el bulevar, van esos muchachos
que nunca se han de curar.
Corazones rotos transitan la cuidad,
calles ensueños que nunca han de pisar,
gritan y patalean, las margaritas en la ventana,
gritan y lloran las esperanzas guardadas.

Corazones rotos están en la casa,
mas nunca salen a la terraza,
se guardan en la azotea y miran con
recelos el amor y la fortuna que
se revuelcan en el suelo.

Corazones rotos ya en la valija,
contando las horas que van deprisa…
el viajero que escribe ya ha perdido la sonrisa.