Un día Jesús fue a reunirse con los leprosos
y los sanó,
no de la enfermedad,
sino de sus sentimientos negativos respecto a su condición.
(Tal es el significado del milagro).
Esa parece ser la actitud correcta hacia una situación inalterable.
Es cierto, que los leprosos estaban aislados,
sus medios de vida eran intolerables,
ello debía cambiar.
Donde se escarbe en la sociedad se encuentran males;
también, en el corazón del hombre.
Esto es obvio; el diagnóstico es necesario caso a caso;
cada cual requiere su evaluación.
Un día será posible, quizás tarde.
Qué se ganaría, nada absolutamente nada.
Por qué.
Porque, quienes estarían dispuestos a las reformas.
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