Hugo Emilio Ocanto

*** Mi alma canta *** - Poema - - Autor e intérprete: Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

Mi alma está en calma.

Mi alma goza de paz. Mi alma conserva

siempre el sentir de siempre.

Hoy la vida de una forma distinta la siento.

Pienso en lo positivo de mi existencia,

mi alma no está apenada.

Está emocionada de sentires,

de felicidad, de agradecimientos...

Mi alma canta, hoy, porque

no está sellada con el fuego del dolor,

sino de la comprensión y el amor.

Existe la comprensión de un ser,

y existe el amor de otro ser,

dos personajes en mi vida,

que me hacen sostener los ojos

en alto, agradeciéndole al Señor,

existan en mi vida.

Dos seres, dos vidas.

Uno, el de la amistad.

La otra, la del amor.

La amistad de un amigo,

que me ha hecho llorar,

apagando las tristezas de mi alma

y la soledad.

Esa soledad que siente

ante el amigo ausente,

representando en tu ser,

a todas las ausencias

no presentes. Tú has reconfortado

mi alma, sabiendo de la amistad

compartida y sentida,

la que todos debiéramos

tener en la vida,

aunque a veces es tan difícil...

La otra, la del amor.

Saberse amado ilumina el alma,

y tú, mujer, iluminas mi vida

con tu sola presencia...

Tu presencia en mi alma,

que tanto ha llorado

por tu ausencia..

Eso, ya es pasado...

Ahora tengo que vivir el presente.

Éste, iluminado por la cercanía

de tu alma a la mía.

Abrazo tu ser, beso tu imagen,

no me abandones nunca.

Sabiendo de tu amistad,

continuaré en la vida

confiando en los seres.

Teniendo, amigo, tu amistad,

unida a otras/os , seguiré

siendo feliz. Amistad, no me abandones.

Y tú, amor, tampoco.

Amistades queridas lejanas,

pero guardo en mi corazón.

Esas amistades me están demostrando

en vida, la fortaleza que le dan a mi existencia.

Y tú, amor de mi vida,

continúa presente en mí...

¿Te estás dando cuenta lo mucho

que te amo?

Me estoy dando cuenta

de la cercanía de tu ser.

Las lágrimas continúan

por las desgracias de los demás seres,

por los abandonados, por los discriminados,

por los sin techo, por los desamparados

de este mundo ciego y cruel, a veces.

Dales fuerzas Señor de las alturas.

Dales el pan que necesitan.

No más odios, no más guerras,

no más sufrimientos humanos, Señor...

Te lo pido en nombre de ellos

y en el mío propio...

¡Basta de injusticias!

Recemos juntos, mundo,

recemos por la paz y el bienestar.

¡Fuera las miserias!

¡Fuera hombres que matáis a los hombres...!

Ved a los hombres como a

tus propios hermanos...

aunque a veces, hoy, un hermano

mata a su propio hermano...

Padres que violan a sus propios hijos,

hijos que matan a sus propios padres...

Señor, ten piedad de nosotros...

Haz que el mundo cambiemos,

haz que el hombre cambie sus maldades

por los buenos sentimientos...

Aunque hoy sea yo feliz

por los que me quieren

y por la que me ama,

no dejo de pensar en ustedes,

hombres y mujeres del mundo

que agonizan en vida...

Señor,

que todas las almas

de los seres del mundo,

logremos la paz y la felicidad...

Tú haces lo que puedes,

nosotros tenemos que poner

de nuestra parte,

la felicidad de los demás,

y la nuestra propia...

permanece junto a nosotros Señor...

Abrázanos y únenos..

Dejémonos abrazar

por los brazos del Señor,

no huyamos de ellos...

Todos los derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto - 23/06/2013)