YO CLAUDIO

SEMBRANDO RISAS.

 

 

 

 

Aló largo del camino

Se ve una mujer alocada

Deja de lado un destino

Sembrando risas por la quebrada.

Allegándose al río

Con su orilla enlodáda

Pisando rocas de un roquerío

Se va adentrando al agua helada.

María Laura la llamaban todos

Novios hermanas y cuñadas

Levantando sus sucios codos

Sus palabras sucias y embarradas.

 

La noche esta callada

El silencio se esconde

Entre los árboles frutales

las naranjas entre naranjales

caminan los campesinos

por bonitos sembradíos

entre las siembra los caminos

se ven verdear los pepinillos

con alegría las mujeres

van regando las semillas

llegan despacio las cabrillas

comiendo el pasto de las orillas.

 

Entre árboles de avellanos

Hermosas palomas revolotean

Se comunican entre ellas

Hermosas palabras verséan.

Se han quedado dormidas

Entre ramas y ramas

Se quedan descuidadas

aparecen los gatos y sigilosos

cual bandido que se asecha

en busca de la presa

que los dejara gustosos.

De una comida en grandeza.

 

Don diego, se va en busca de su amada,

quizás la encuentre quizás no la encuentre

Su búsqueda es casi desesperada

y se le ve cruzando un largo puente.

Nace una lágrima preocupada

en medio de una palabra insolente

Sus dichas que le fueron negadas

hoy se quedan bajo un fuego ardiente

Don Diego se queda solo y triste

bajo una lluvia torrencial

Un árbol que cae, un gancho lo embiste

Deja de ser Don Diego un hombre tal.