Yamila Valenzuela

Voz de terciopelo ( realidades)

 

 

 

¡Oh, amor!

Déjame abrazar tus miedos

que se elevan en tu pecho

como río en creciente

diezmando tus afectos.

 

Permíteme acariciar la rosa

que en tus versos florece

y que desnude mis deseos

antes que el día cese,

 

y la noche nos envuelva

en su oscuridad que carece

de cánticos de enamorados

y aromas de madreselva;

 

de música en rocío

y de febril y acogedora leña

de notas de guitarra

e incandescente luz que amiela,

 

a dos corazones rojos

que se nutren de primaveras

y a dos almas que unidas

flotan en tu luna llena.

 

¡Oh, amor!

Permíteme que cante

con tu amor en mis manos

con voz de terciopelo

para que mi ruego no sea vano.

 

Yamila.