Recuerdo aquella rosa humedecida, La hoguera está añorando las semillas,
Por el cantar de jilgueros manchados, A babor el sueño, el mar se apaga,
el humo del cielo dio brillo al prado, Nadie aprecia las rosas en la orilla.
la hoguera quiso seguir encendida.
Recuerdo aquella rosa humedecida, Pero eran más gaviotas que graznaban,
que al alba quiso acompañar al ramo, comprendí que la rosa estaba a millas,
sin saber que otro jardín ha plantado, y era otra gota la que la mojaba.
el tallo comenzó a llorar espinas.