Sabes que, tan solo con mis lágrimas,
Puedo crear, mucho más que un inmenso mar,
Y derramando solo mí sangre,
A las sobras de nuestro amor, deseo cremar.
Como siempre, mis lágrimas y mi sangre,
Caen a radiar siempre sin cesar,
En verdad, no se que ganaste,
Pero, deseó no volver a llorar.
A mi lado, el fantasma de la desolación,
Sacaré una pluma, y con mi tinta roja,
Firmaré lo que será mi perdición,
¡Adiós amor! ¡Mi corazón por fin te desalojo!
Estupidos sentimientos, ¿Acaso es Amor?
Que estupido se siente este matiz,
Viviendo entre el horrible y frustrante dolor,
¿Para que llegaste? Sin ti, ¡Yo era feliz!
Por más que busco, no encuentro alguna razón,
Escucho, sin entender si quiera una canción,
La comida desabrida, ¡No tiene sazón!
¡Que tonto soy! ¡Es más que absurda esta adicción!
Quisiera poder llorar lágrimas de sangre,
Deseando así, por fin poderme desangrar,
Quisiera poder morirme de hambre,
Para así, ya jamás volver a amar.
Será que el daño del amor es permanente,
Pues mi paz, poco a poco se desvanece,
Mi alma de mi escapa y no se detiene,
Por favor, te lo pido, ¡Soledad, Vete!
Huracanes surfeando sobre mi cabeza,
Temblores que atrofian todo mi ser,
Traiciones que me hicieron perder la certeza,
De ¿Qué significa querer?
Amor con despecho fácilmente en cualquier esquina,
Billetes por debajo de alguna mesa,
No necesitas ser ingeniero, mucho menos una oficina,
Para estas mujeres que te alivian parcialmente la tristeza.
Quizá siempre viva en un gigantesco desierto,
Tal vez día a día, solo gocé del momento,
Siendo ahora mi cama, un gran aeropuerto,
Tratare de ya no mostrar más, mi sentimiento.