Alejandro

Abriendo los ojos

Silencio,

un paso marcando un paso

-el eco-

el rocío de la luz,

el velo

cubriendo el cráter de los ojos.


Se caen los puntos,

las comas holgazanean en la sombra,

la pausa inencontrable

descarrila los alientos,

la línea transgresiva de la puerta

derriba las virtudes en oferta.


Los gritos sin grito,

el gris de las palaras

sintonizadas en el desyuno

general de una ciudad.


El camino de cenizas

que llega hasta la cama,

los suspiros viciados,

las gotas

-el goteo-

la noche

-el susurro-

la mano empuñando

un funeral.